España es un país rico en contrastes con un gran legado cultural, cada uno de sus rincones tiene su propio encanto y particular carácter.
Nuestra nación está forjada por un crisol de culturas: romanos, visigodos, musulmanes, judíos y cristianos, que dejaron huella profunda en nuestra arquitectura, arte, tradiciones, gastronomía, conocimiento y sabiduría popular.
Tenemos joyas como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada, el Acueducto de Segovia, el Monasterio de El Escorial, la Sagrada Familia de Barcelona y muchas más evidencias que no terminaría nunca de nombrar por lo extenso. Y, qué decir del arte, del conocimiento o de la gastronomía, valiosos vestigios e inmensos tesoros que forman también parte de nuestra identidad y patrimonio nacional.
España, tierra de sol, siestas y flamenco, de marcadas tradiciones, eventos vibrantes que reflejan la pasión y el espíritu festivo de los españoles como son la Semana Santa, las Fallas, los Sanfermines, etc. Celebraciones en las que se acentúa la gran importancia de la buena convivencia de las personas con el conjunto de la comunidad.
Desde esta perspectiva de buen entendimiento y avenencia, podemos decir que España es una tierra rica en refranes y dichos populares que contienen la sabiduría de muchas generaciones, reflejando su cultura, su tradición y la vida de sus gentes.
El uso de los refranes se remonta a tiempos ancestrales, cuando la transmisión oral era la principal forma de preservar y divulgar conocimientos, de enseñar lecciones de vida, normas morales y consejos prácticos. Algunos de ellos derivan de la literatura medieval, como los de “El libro de proverbios” y “El conde Lucanor”. Otros están implícitos en novelas universales como “Don Quijote de la Mancha” y muchos ejemplos más de libros y autores que los han puesto en boca de sus personajes en numerosas obras literarias a lo largo de nuestra historia.
En el día a día, usamos los refranes en nuestras conversaciones cotidianas para añadirles énfasis y un buen toque de humor, ya que son una buena herramienta para reforzar nuestra comunicación.
Podemos citar algunos de los refranes más conocidos: 
“A quien madruga, Dios le ayuda”, alaba la puntualidad y la diligencia a la hora de realizar una tarea.
“Más vale pájaro en mano, que ciento volando”, te invita a ser precavido y pensarlo bien a la hora de arriesgar.
“De tal palo, tal astilla”, apunta a comportamientos que se transmiten de generación en generación.
Aunque muchos de los refranes tradicionales siguen en uso, el refranero también evoluciona con el tiempo. Por ello, nuevas expresiones y dichos se incorporan al repertorio popular adaptándose a los cambios sociales, culturales y tecnológicos:
“La mejor señal es un WiFi lleno”, hace referencia a una mejor y eficaz comunicación.
“Reinicia y vencerás”, persevera y no te rindas. 
“No todo lo que brilla es compatible”, advierte sobre no dejarse engañar por las apariencias.
Me gustaría también hacer alusión a los refranes positivos que nos inspiran y nos motivan a ser mejores:
“A buen entendedor pocas palabras bastan”, es un elogio a la inteligencia y la perspicacia.
“El que la sigue la consigue”, se refiere a la constancia y al esfuerzo para conseguir nuestros objetivos.
“Más vale prevenir que curar”, aconseja precaución y planificación para evitar futuros problemas.
Los refranes negativos nos suelen advertir de peligros y nos invitan a ser prudentes:
“Quien mucho abarca, poco aprieta”, sugiere que hacer demasiadas cosas a la vez puede llevarnos a no hacer ninguna bien.
“En casa del herrero, cuchillo de palo”, resalta como a menudo no se aprovechan los recursos y habilidades propias de las personas.
“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, habla de la ingratitud y avisa sobre la necesidad de no confiar ciegamente en los demás que pueden perjudicarte.
Por todo lo anterior, debemos concluir afirmando que el refranero español es un tesoro cultural, pues a través de estos dichos podemos conocer las reflexiones, juicios y experiencias que se han ido acumulando a lo largo de los siglos.
Y debemos de tener presente también que, detrás de esas palabras, siempre hay una soberana historia de conocimiento y sabiduría popular.
6 octubre, 2024
Ana María Pantoja Blanco
El pueblo siempre nos enseña y nos aconseja en diversas situaciones, la experiencia avala.
Muy logrado, buena exposición.