«Poco me imaginaba, cuando terminó la guerra, que cualquier circunstancia podía llamar al General otra vez a la vida pública. Creía que íbamos a poder retirarnos a envejecer juntos en soledad y tranquilidad».
«He decidido estar alegre y feliz, pase lo que pase, nuestra felicidad o desdicha depende de nuestra actitud, no de las circunstancias».
«Creo que George ya le ha dado mucho a la Nación como para volver a la vida pública… nuestra familia enloquecerá».
Martha Washington, esposa de George Washington y pionera en cuanto a ser primera dama de los Estados Unidos (1732 New Kent, Virginia – 1802 Mount Vernon, Virginia, Estados Unidos)
El segundo, es un maravilloso pensamiento.