(En memoria de todas aquellas vidas que se está llevando por delante la perversa pandemia de la enfermedad Covid-19)
De niña alguien me dijo…
Esa luz que refulge brillante de las estrellas
son las almas de nuestros seres más queridos.
Que historia tan bonita,
me gusta creer en ella.
Me gusta creer que están allí reunidos.
La noche ya no me resulta tenebrosa…
estrellas que relucen aclaran la negra nebulosa.
El amor que las almas irradian deshacen y diluyen
el intenso dolor, la profunda tristeza,
cambiando las oscuras tinieblas por chorros de luz y de belleza.
Y, cuando miro al cielo en una noche clara
que millones de astros iluminan,
disfruto imaginando que
es la luz de la vida que en el cielo estalla.
Los colores del cielo se funden en una luz de estrellas…
Una noche mágica y divina porque Dios nos regala la mirada
de los seres queridos que nos aman.
3 julio, 1999
Ana María Pantoja Blanco
Qué bonito, también yo conocía esa historia. El abuelito vive en esa estrella, me decía mi madre, y yo me quedaba fascinada mirando al cielo.
Bellísimo!
Sencillamente precioso.
Hermosas letras!
Muchas gracias amigos por vuestros amables comentarios.