Escuchar la radio, la televisión, en general las noticias, hace ya tiempo que no me producen la sensación de estar informada, al contrario. Tanta abundancia, tanto drama, hace que me inunde un agrio fermento de caos indescriptible. Es muy fácil caer en la desesperanza, nada anima a seguir con un mínimo de seguridad. Y cuando te dicen: vamos a resistir, todo saldrá bien… te suena como a slogan publicitario antiguo, sin vigencia alguna, ya no te lo crees. Detrás de ello, de esas sonrisas falsas hay una venta de algo que seguro que ya no me va a convencer. No quiero mercadear con el miedo al otro lado, es un rival muy poderoso.
Las vacunas, el certificado de vacunación, obligatorio o no, lo tienes que llevar contigo, es como otro DNI…, no sabemos.
La subida de la luz, del gas, de la comida, no digamos la gasolina y todo lo que eso conlleva, el temido apagón está por venir… Tendremos que volver a comprar productos de todo tipo a la desbandada, se acabarán de nuevo los artículos más necesarios en las estanterías. Es un caos y lejos de salir reforzados, vamos a quedar más bien deformados. Ver la cara amable de la gente es una utopía, solo veo la parte más egoísta, la intolerancia exagerada, la sinrazón.
La basura que más siento es la que no se ve en el suelo o en los contenedores de las calles, la que no se guarda en bolsas de plástico, la que no hay reciclador que la recicle… la que se pega al corazón y al ánimo de la gente, la que sin darnos cuenta estamos enseñando a los niños.
Telebasura, comida basura… los comportamientos basura que tanto abundan. Hay un Diógenes en potencia en cada uno de nosotros, solo tiene que despertar.
Pero no quiero que todo esto sea un problema sin resolver, no se cómo ni de qué manera, pero voy a tratar de inventar mi punto limpio, donde tengan cabida la ilusión, la imaginación, la fantasía si es necesario, la creatividad si es posible.
El mejor cuento que pueda contarme, por increíble que sea, ese es el que quiero.
Noviembre, 2021
Rosa María Blanco
Gracias Rosa por tu magnífica reflexión.
Es admirable como has sabido expresar el sentir de buena parte de la sociedad, hastiada de tanta tele basura y de noticias tremendistas, que no hacen más que empeorar nuestro estado de ánimo porque, de una u otra manera, todos estamos sufriendo las consecuencias de esta terrible pandemia, que se acabe ya…
Cierto es que necesitamos un punto limpio donde encontrar la esperanza y, sobre todo, recobrar la cordura que nos permita reconstruir de nuevo nuestras vidas. Siempre me enseñas tanto, un abrazo amiga.
Yo también me siento bastante saturado por las agobiantes noticias. Muchas veces me obligo a desconectar para quitarme la angustia por esta situación que parece no tener fin, muy bien descrita en tu artículo.
Yo creo que nos lanzan la basura para tenernos entretenidos y que no pensemos en los muchos problemas que tenemos los ciudadanos que no llegamos a fin de mes y que estamos asfixiados por la difícil situación que estamos atravesando.