(Pinturas de Salvador Dali, «La persistencia de la memoria y su desintegración»)
Siempre me persigues, me agobias, me atrapas, me aprisionas …
¿Eres aliado o enemigo? ¿Eres tangible en las agujas de un reloj,
o eres inalcanzable y te pierdes en la infinita noche oscura del universo?
¿Eres colaborador activo en la gestación y crecimiento de los vivos,
o eres adversario implacable en su declive camino de la muerte?
¿Eres principio, o eres fin?
¿Eres redondo y cíclico, o eres alargado?
¿Te estiras y te encoges como el acordeón,
o corres como el repicar de castañuelas?
¿Eres acelerado y frenético, o eres pausado?
¿Duermes, caminas, corres o vuelas?
¿Eres testigo, amante, cómplice, camarada, o
eres ladrón, traidor, cruel y despiadado?
Contigo compiten el músico, el político, el estudiante,
el deportista, el periodista o el artista,
pero tú, siempre implacable, a todos dominas
y te los llevas por delante.
Eres pequeñito y a la vez gigante.
Regalas felicidad y a la vez desdicha.
Eres premio, pero también castigo.
Eres compañero de la pasión,
pero también alientas el desamor.
Eres engañoso y escurridizo.
Eres dictador autoritario.
Eres amado y odiado.
Tienes el poder de crear, de sanar, de perdonar o de construir;
pero también el de hacer borrar, olvidar, enfermar y destruir.
Te adora la flor cuando nace y te detesta cuando se marchita.
Siempre me persigues, me agobias, me atrapas, me aprisionas …
26 junio, 2014
Gemma A. R.
Qué certero retrato del tiempo, enhorabuena Gemma!… ⏳
Excelente compartir poético. Impecables letras !!!
Muy bien descrito
El tiempo marca la historia.
El tiempo nos ayuda a olvidar y a sanar las heridas.
El tiempo no hace acepción de personas o lugares.
El día de ayer nunca volverá.
Una magnífica descripción del tiempo, ese elemento que todo lo domina.
Silvia