Luna y el unicornio, de Axel Valdovinos

Luna es la mujer más hermosa que habita en el reino del séptimo plano astral, ella posee la luz radiante que vibra e ilumina a todo aquel que se permite creer en lo bello, sin embargo, el corazón de Luna es un tesoro cuidado con frialdad y dureza, la cual limita a su luz a ser admirada y bendecir a todo ser viviente. La vida misma enseña a Luna a descubrir los doce significados de la existencia, desde el origen de un pensamiento hasta el despertar de la conciencia.

Una noche en la que Luna miraba a las estrellas, llamo su atención un ser hermoso que parecía invisible para la noche pero no para sus ojos, era un ser místico con un cuerno plateado en la frente y de un pelaje blanco de pureza, era lo más hermoso que jamás había visto y su corazón de inmediato reconoció el encanto que se conectaba de una forma profunda y latente, era un unicornio, ser que solo pueden encontrar y admirar las almas puras con la intención de reconocer el principio de creación llamado amor. El amor es un todo, desde el sentir en el amanecer de un beso del ser amado hasta el ocaso al cerrar los ojos para iniciar un nuevo latir.

Luna al conocer la verdad expresada en el unicornio esperó cada noche para volverlo a ver, pero aquel hermoso ser se ausentó para ser añorado en el tiempo pero nunca olvidado, quizá se presente otra noche por el río de estrellas o por el paisaje de la bóveda celeste, quizá podría pasar el tiempo en cantidades o no existir para ser cuantificado; pero sucedió una noche en que Luna lloraba por sus dos luceros creadores, ahora guardianes de la vida, mientras permanecía recostada en su alfombra aterciopelada y cubierta con la luz de los astros destelleando en su ventana, iluminando cada lagrima que acariciaba su preciosa piel. Fue entonces cuando se escuchó música de paz la cual curaba todo dolor y todo aquel sentir de tristeza en su corazón, es magia en resonancia y vibrar de bendición a su esencia, era el unicornio llamándola para acompañarlo a mostrarle los tres principios de la felicidad. Luna corrió al río de estrellas mientras el unicornio bebía agua de luz, luna se acercó y con sus grandes ojos color esmeralda miro al unicornio y le habló con el pensamiento preguntando cuales eran esos principios, a lo que el unicornio respondió yo soy el amor como lo has sentido y el cual es el primer principio, yo soy el origen de todo y quien reconoce al amor como la principal fuerza domina la piedra filosofal que lo llevará a la eternidad, el segundo principio es la humildad y quien es humilde y se reconoce como parte del todo respetará los principios como un verdadero tesoro, el tercer principio es sabiduría la cual se adquiere con el conocimiento y aceptación del amor en sí mismo con humildad para utilizarlos en conjunto para el bien de cada alma en el reino universal.

Una vez entendidos los principios, la felicidad reinara en lo difícil y adverso, le sonreirás a los girasoles como ellos le sonríen al astro rey, sentirás las caricias del viento en cada soplar y apreciaras cada átomo existiendo en tu cuerpo y alma. Inocentemente y llena de amor Luna le pidió al unicornio permanecer con ella para siempre, a lo que él le respondió, permaneceré en el infinito contigo como una imagen de oro para recordarte a cada momento que el amor es tan valioso y preciado como el reflejo de tu corazón, siendo tú el amor verdadero.

Axel Valdovinos

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