Desentrañando la sensibilidad, de Gemma A. R.

Conmoverse con las alegrías y las penas ajenas;
emocionarse ante la contemplación de una obra de arte;
guardar silencio cuando ninguna palabra es mejor que él;
percibir los sutiles cambios de luz al correr de unos instantes;
saber despedirse y marcharse en el momento oportuno;
conocer el mensaje oculto de una mirada;
distinguir los infinitos matices de los colores;
conmoverse ante la grandeza de la naturaleza;
calibrar el alcance emocional de unas palabras;
interpretar los sentimientos que esconde un fino gesto;
reconocer cuándo incomodamos o herimos al otro;
percibir el cambio de estación en el aroma de una suave brisa;
reconocer lo que suscitan en nuestra alma las diferentes melodías;
obsequiar con una sonrisa o una caricia en el momento oportuno;
interpretar los ligeros cambios de humor propios y ajenos;
reconocer el miedo, el orgullo o la inseguridad en propios y extraños;
saber leer en los múltiples lenguajes de los sentimientos;
reconocer las manos de un maestro interpretando una partitura;
saber distinguir la bondad de la debilidad, o de la necedad;
percibir, en suma, la presencia o la ausencia de sensibilidad …,
todo ello es sensibilidad.

Octubre, 2017
Gemma A. R.

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3 comentarios en «Desentrañando la sensibilidad, de Gemma A. R.»

  1. No es nada sencillo hablar o escribir sobre la sensibilidad, que si bien, todos en teoría la conocemos sobradamente, en tantas ocasiones parece que la olvidamos.
    Una buena reflexión sobre ella cargada de verdad.

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